Según el último informe de impacto y efectos de la pandemia en la cadena de suministro de los productos pesqueros del Reino Unido, elaborado por Seafish, el organismo público británico de apoyo a la industria pesquera, hubo una fuerte recuperación en el sector minorista de pescado frito con papas (fish y chips). El informe cubre el primer trimestre de 2021, definido como un período de incertidumbre para la industria, ya que se mantuvieron las restricciones por el COVID-19 y entraron en vigencia nuevos requisitos para comercializar con la UE. El director de operaciones de Seafish, Aoife Martin, explicó a Worldfishing.net que adaptarse a un nuevo entorno comercial había causado dificultades a muchas empresas de productos pesqueros, entre ellas las de moluscos vivos, “pero muchas se han enfrentado a interrupciones en menor escala, como los nuevos requisitos de trámites, y la experimentación de problemas logísticos y retrasos. Además de esto, la industria ha continuado lidiando con los desafíos de operar durante una pandemia”. La revisión trimestral encontró que las ventas minoristas cayeron desde los niveles sin precedentes observados en marzo de 2020, pero se mantuvieron fuertes, y el comercio de las tiendas de fish y chips se recuperó a niveles previos a la pandemia, habiendo disminuido un 77% entre abril y junio de 2020, lo que se define ahora como “una recuperación notable”. El informe también encontró una interrupción continua en el sector de procesamiento, ya que las empresas enfrentaron problemas de suministro, aunque las que dependían de las importaciones de productos pesqueros se vieron menos afectadas por haber almacenado materia prima congelada en 2020. La pandemia también afectó a la fuerza laboral, pero el incremento de los testeos ayudó a controlar la propagación del virus.