Las repetidas tormentas que golpean la costa atlántica desde el comienzo del año podrían costar pérdidas millonarias a la industria de la pesca. El gobierno acordó aplazar los impuestos a pescadores mientras que se está estudiando la posibilidad de brindar ayuda europea. El presidente de la Unión Nacional de pescadería francesa, Peter Labe, advirtió que la situación es catastrófica. “En Francia, las pescaderías independientes se proveen esencialmente con capturas francesas que provienen en un 90% del litoral Atlántico. Pero las cantidades capturadas disminuyeron un 70% desde principios de año”, dijo Labe, quien representa a 3.500 empresas del rubro. También anticipó que se espera una pérdida del 35 al 40% en cuanto a la facturación. Los precios del pescado se han disparado mientras que la oferta se está reduciendo. En Saint-Jean-de-Luz, el quilo de rape cotizó a  €13,90 euros frente a los €7,00 de otros momentos. Según Ouest France, en la región de Bretaña, el mismo pez se compra a €10,00 euros el kilo, en lugar de los €5,00 habituales mientras que el abadejo a €8,00 en lugar de €3,00. Los pescadores solicitan ayuda del gobierno, ya que en muchos casos se vieron obligados a perder sus ganancias para poder vender algunos productos y cumplir con los costos fijos.