Las mayores cuotas de captura de pescado blanco, junto con equipos más sofisticados que mejoran el rendimiento y el control de las porciones, están atrayendo a más proveedores europeos de productos pesqueros a utilizar procesadores pertenecientes a los 28 países de la Unión Europea, en lugar de los de lugares distantes, según el nuevo "Finfish Study 2018", compilado por AIPCE-CEP. La asociación de procesadores y comerciantes de pescado con sede en Bruselas de la UE cree que esta tendencia "está ganando un ímpetu sostenible", que a su vez está beneficiando económicamente a la industria de procesamiento de la UE, y beneficiará a aquellas pesquerías y cultivadores que operan más cerca del mercado de la UE. Además, la aparición de centros de procesamiento especializados que sirven a los mercados locales y utilizan la oferta local como su base "parece estar creando un círculo virtuoso" que fomenta una mayor inversión. El informe muestra que la oferta total de pescado para los Estados miembros de la UE aumentó en 20 000 toneladas el año pasado, a casi 14,8 millones de toneladas equivalentes de pescado entero. Sin embargo, un incremento en la oferta local no logró compensar el déficit creado por la reducción de las importaciones y el aumento de las exportaciones, dejando al bloque con un consumo total de menos de 12,7 millones de toneladas. AIPCE-CEP dijo que si bien era satisfactorio ver que las capturas internas habían contribuido más a la participación en el consumo en 2017 y que se puede alcanzar un impulso para un mayor consumo, el éxito de la industria de procesamiento de productos pesqueros sigue dependiendo del acceso al pescado importado y al abastecimiento mundial.