EL OPTIMISMO SOBRE LA RECUPERACIÓN DEL SECTOR ES ATENUADO POR LOS PERSISTENTES DESAFÍOS DE LA PANDEMIA
Tras la disminución de casi un 2 % en la producción mundial de pescado en 2020 debido a los numerosos problemas relacionados con la pandemia, ahora se proyecta un crecimiento de la producción de alrededor de 1,5 % para la cifra final de 2021. A medida que el ritmo de vacunación aumenta en todo el mundo, las restricciones que han estado afectando a las operaciones pesqueras y acuícolas disminuyen, mientras que el retorno de la demanda del mercado también provoca un incremento de la producción. En particular, la flota peruana de anchoveta ya completó una exitosa primera temporada pesquera, y también se espera un incremento de la oferta mundial de demersales. En el sector acuícola, la mayoría de las principales especies comerciales verán un crecimiento positivo en las cosechas. Sin embargo, en muchos casos, los productores y las empresas intermediaras continúan sufriendo algunas restricciones o secuelas de la pandemia.
Tras una fuerte caída de alrededor del 7 % en el valor comercializado de los productos pesqueros en 2020, para 2021 se prevé un crecimiento plano o marginal. Aunque las condiciones mejoraron notablemente en la mayoría de los principales mercados a principios de este año, la recuperación moderada significa que aún persisten desafíos importantes que afectan al comercio, así como la incertidumbre general asociada con la rápida propagación de la variante delta del COVID-19.
La escasez de contenedores en todo el mundo está llevando los costos de los fletes a niveles históricos, un hecho que es particularmente perjudicial para los productos con valores unitarios más bajos, como los congelados. Los retrasos en los envíos se dan a nivel general y las restricciones continúan ralentizando las operaciones de descarga en puertos clave como Bangkok, el centro de procesamiento de atún más grande del mundo.
Los nuevos requisitos de documentación e inspección fitosanitaria en China están afectando el comercio con el mercado chino de rápido crecimiento.
Más allá de los problemas relacionados con la pandemia, hay otros factores que impactan en el comercio mundial de pescado. El nuevo estatuto de “tercer país” del Reino Unido ha provocado grandes retrasos logísticos debido a la carga administrativa adicional en los procedimientos fronterizos, aunque se han logrado avances para agilizar estos procesos. A su vez, los aranceles comerciales entre China y EEUU, una de las rutas comerciales más importantes para los productos pesqueros, también están creando obstáculos adicionales para muchos proveedores, al tiempo que se generan nuevas dinámicas comerciales a medida que los competidores se esfuerzan por llenar el vacío en el mercado.
A pesar de las continuas dificultades que afectan al comercio, las perspectivas del mercado han mejorado significativamente. Casi todas las especies se han beneficiado de las innovaciones en productos, marketing y distribución creadas desde que la pandemia impusiera nuevas limitaciones en el mercado. El impulso a las ventas minoristas y el nuevo énfasis en la cocina casera son transformaciones que probablemente, al menos hasta cierto punto, sean permanentes. La reapertura total o parcial del sector de los servicios de alimentos en muchos países se ha traducido en un impulso positivo para muchas empresas de productos pesqueros, en particular aquellas que comercializan especies que dependen en gran medida de la demanda de los restaurantes, como los cefalópodos, bivalvos, langosta y cangrejo. El resurgimiento de la demanda ha hecho subir los precios de muchas especies, y los precios comercializados, medidos por el índice de precios del pescado (FPI) de la FAO, han vuelto a los niveles anteriores a la pandemia. El índice promedió 97 puntos durante los primeros tres meses del año en comparación con los 95 en el mismo período de 2020.
Sin embargo, a pesar de las mejores perspectivas todavía hay que tomar precauciones, ya que muchos restaurantes siguen sujetos a restricciones de capacidad y las medidas gubernamentales pueden cambiar rápidamente sin previo aviso. Al mismo tiempo, si bien ahora hay facilidades para viajar a algunos destinos, todavía existen muchos obstáculos para el turismo que significan que el número de visitantes y turistas está muy lejos de las cifras previas a la pandemia. Para algunas especies que dependen de la demanda estacional de los restaurantes, como los cefalópodos, los bivalvos, la lubina y la dorada, la demanda seguirá viéndose afectada negativamente por esta reducción del número de turistas. Con la variante delta predominando, se esperan retrocesos en la tasa de recuperación y, de hecho, algunos países se están preparando para otro aumento de casos entre los no vacunados. Queda por ver si se producirá esta nueva ola y en qué medida afectará a las cadenas de suministro. Sin embargo, a más largo plazo, la capacidad de la industria para innovar y adaptarse a un entorno completamente nuevo ha sentado las bases para un mercado sólido y dinámico.