ECONOMÍA MUNDIAL DEL SECTOR PESQUERO – Nro 2 de 2022
Los nuevos escenarios de incertidumbre probablemente reduzcan la tasa de recuperación pospandemia
Se espera que la recuperación de la producción mundial de pescado de 2021 continúe este año, respaldada por el aumento de la demanda y el regreso a una relativa normalidad operativa. La producción total para 2022 podría crecer un 1,5 % a 184,6 millones de toneladas. Es probable que el crecimiento en el sector de la acuicultura repunte en relación con el año pasado, en un 2,9 %, pero la cautela que hay sobre los costos de almacenamiento e insumos significa que la tasa se mantendrá por debajo de la tendencia a largo plazo del 4-5 %. Para la pesca de captura, los costos de combustible y las cuotas reducidas están contribuyendo a una desaceleración del crecimiento, a 0,2 % interanual, a pesar de la disminución de los impactos de las restricciones de la pandemia en las actividades de la flota pesquera.
Se pronostica que los ingresos totales por exportación aumenten un 2,8 % este año, a USD 178.100 millones, mientras que los volúmenes caerán un 1,9 %. Si bien estas cifras de crecimiento son positivas, se mantienen por debajo de la tendencia a largo plazo, lo que refleja tanto la recuperación en curso del mercado como los continuos desafíos que afectan a los proveedores. En Asia, el incremento de las cosechas de camarón de principios de 2022 está impulsando los volúmenes de exportación y los ingresos de la mayoría de los principales productores. En América del Sur, el camarón ecuatoriano, la tilapia brasileña y el aumento de la producción de salmón chileno son los principales impulsores del crecimiento continuo de las exportaciones. Mientras tanto, en los principales mercados de Japón, China, Estados Unidos y la Unión Europea, el crecimiento en términos del valor de las importaciones en dólares estadounidenses ha sido más moderado, aunque esto se debe en gran parte al fortalecimiento constante del dólar frente a la mayoría de las monedas.
Ahora que los efectos de la pandemia están disminuyendo, la dinámica en el mercado mundial de productos pesqueros está cambiando, aunque evidentemente el mercado no está retornando exactamente a su forma previa al COVID-19. Los negocios del sector de servicios de alimentos recientemente reabiertos significan que volvió una fuente de demanda tradicionalmente importante, lo que aumenta significativamente las ventas. Mientras tanto, la recuperación de la industria turística es otro elemento importante que contribuye a un mercado que se fortalece rápidamente, en particular para las especies populares en los restaurantes, como los bivalvos, la langosta, el cangrejo, la lubina y la dorada. A pesar de sus impactos negativos, la pandemia también ha servido como catalizador para varias innovaciones en los rubros delivery, ventas, marketing y productos, y parece que perdurarán en el largo plazo. Sin embargo, la tendencia al alza de la demanda no ha sido uniforme para todas las especies, y el interés de los consumidores por algunos productos que se volvieron muy populares durante la pandemia, como el atún enlatado, es evidente.
La presión al alza sobre los precios se siente desde múltiples fuentes y proveedores. En primer lugar, las tasas de inflación se encuentran ahora en niveles muy altos en muchos países y el aumento de los precios de las materias primas significa insumos más caros, incluida las raciones y el combustible. Las tarifas de flete también contribuyen a los costos elevados, y si bien retrocedieron desde el pico registrado en la pandemia, igual siguen siendo muy altas en términos relativos. El crecimiento de la oferta de muchas especies importantes también ha sido limitado, quedando muy por detrás de la tasa de recuperación del mercado. Junto con el efecto combinado de la revitalización del mercado minorista y la reapertura en curso, estos factores están impulsando los precios al alza de muchos productos pesqueros. Para algunas especies, como el salmón y el pangasius, los precios ahora están en picos que no se habían registrado en varias décadas. El índice de precios de productos pesqueros de la FAO ha estado subiendo abruptamente desde finales de 2020, alcanzando un nivel de 117 en febrero, el nivel más alto jamás observado.