Los gobiernos locales y puertos chinos están modificando los protocolos de importación a medida que el país experimenta un importante cambio de política sobre el COVID-19, incluyendo testeos, desinfección y cuarentena. Las empresas importadoras de China informaron que ya no se requieren pruebas y cuarentena para los productos cuando llegan a los puertos, sino que ahora los productos se envían a través de los canales de importación normales. Según la oficina provincial de prevención y control de COVID-19 de Hubei, los funcionarios suspenderán de inmediato en la provincia las pruebas en "superficies y alimentos de la cadena de frío", así como en mataderos, plantas de procesamiento, almacenamiento y transporte. Mientras tanto, en el puerto de Shanghái, el puerto más activo de China, solo se seguirán analizando productos cárnicos y pesqueros importados "controlados" específicos para detectar el virus. Para otros mariscos y carnes, el puerto suspenderá el 50 % de las pruebas a la llegada al puerto y el 100 % de las pruebas para las importaciones de Canadá. Se estima que el consumo interno experimentará un crecimiento "recuperador" luego de las nuevas medidas y se prevé que el consumo vuelva completamente a la normalidad para el Festival de Primavera del 22 de enero.