El gobierno federal de Brasil anunció la reducción a cero del impuesto de importación sobre nueve productos alimenticios, incluida la sardina, cuya tasa actual del 32 % será eliminada. La medida generó críticas en el sector pesquero nacional, que teme impactos en la industria local y cuestiona su efectividad en la reducción de la inflación, según se informó en el portal de la Asociación Brasileña de Promoción del Pescado (Abrapes). Jairo Gund, director ejecutivo de la Asociación Brasileña de Industrias del Pescado (Abipesca), expresó sorpresa e indignación, señalando que el sector no fue consultado y que la sardina en conserva ya había sido excluida de la canasta básica en la reforma tributaria. Considera que la reducción de impuestos favorece a industrias extranjeras subsidiadas, especialmente en Asia, mientras que el problema del alto costo debería resolverse con ajustes fiscales internos. Julio Cesar Antonio, presidente de Abrapes, reconoció impactos negativos para la industria conservera, pero también ve la posibilidad de ampliar la oferta de pescado. Advirtió que la medida podría generar competencia desigual y no necesariamente reducir los precios al consumidor. Por su parte, el Sindicato de Armadores e Industrias Pesqueras de Itajaí y Región (Sindipi) solicitó la revisión inmediata de la decisión, alertando que podría colapsar la cadena productiva, especialmente en Santa Catarina, donde se produce más del 80 % de la sardina en conserva de Brasil. También se prevé una reunión con el Ministro de Pesca para tratar el tema.