DEMANDA DÉBIL, PRODUCCIÓN ESTANCADA Y VOLÚMENES COMERCIALES EN DECLIVE EN 2023
Los pronósticos actuales apuntan a una desaceleración en la oferta mundial de pescado en 2023, con una producción total que aumentaría solo un 0,6% respecto a los niveles de 2022, a 185,4 millones de toneladas. Si bien se espera que la producción acuícola crezca alrededor de 3%, la cifra es significativamente menor que la tasa de crecimiento anterior del sector. Mientras tanto, la pesca de captura se ha visto limitada por fenómenos meteorológicos y cuotas reducidas, y se espera que disminuya alrededor de un 1,7% o 1,5 millones de toneladas respecto al año pasado. La desaceleración de la producción se ha reflejado en una reducción de los volúmenes comerciales, que se prevé que caigan a 65 millones de toneladas en 2023.
Las capturas de anchoveta peruana, que en ocasiones es la pesquería más grande del mundo por volumen de captura, se vieron gravemente afectadas por el actual fenómeno climático de El Niño, lo que ha provocado cierres y una oferta cada vez más restringida tanto de harina como de aceite de pescado. Las capturas en los primeros seis meses del año fueron de sólo 640.000 toneladas, un 70% menos que en el mismo período de 2022. La anchoveta peruana es la principal fuente mundial de harina y aceite de pescado, cuya oferta a su vez condiciona las perspectivas de muchas otras industrias. Como tal, los efectos de la reducción de la oferta y los precios elevados se sentirán a nivel mundial en sectores que van desde la acuicultura hasta la ganadería, pero también en muchos productos farmacéuticos y alimentos para mascotas.
El comercio disminuyó tanto en términos de volumen como de valor en la primera mitad del año, y la mayoría de los mercados principales experimentaron una contracción con respecto al año pasado. Esta disminución puede atribuirse a varias causas, según el contexto de cada país, siendo la débil demanda de los consumidores y las fluctuaciones monetarias los principales factores contribuyentes.
Mientras tanto, la demanda de los consumidores y la asequibilidad del pescado y los productos pesqueros siguen siendo preocupaciones clave para la industria. Los precios altos de ciertas especies y el débil crecimiento económico han debilitado la demanda general de productos pesqueros y acuícolas. Los precios subieron en los primeros seis meses, particularmente para especies de captura como el bacalao, el arenque, la caballa y el atún; todas presentaron escasez de oferta. Si bien el Índice de Precios de Productos Pesqueros de la FAO para los productos acuícolas registró una disminución del 13% entre enero y septiembre de 2023, los precios del pescado procedente de la pesca de captura aumentaron un 12% durante el mismo período. Los precios divergentes se han reflejado en el cambio de preferencias de los consumidores, y especies relativamente asequibles como el camarón, los pequeños pelágicos y el pangasius experimentan una demanda creciente.