Recuperar la confianza del consumidor será una bendición para el sector de cara a 2024

En varios mercados importantes de productos pesqueros y acuícolas están surgiendo indicios alentadores que apuntan a una estabilización de los precios de los commodities. Tras un período prolongado de inflación y caída de la confianza de los consumidores, los índices de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón cayeron en los últimos meses de 2023, y las altas tasas de inflación dieron paso a la desinflación (cuando los precios siguen aumentando, pero a un ritmo más lento que antes). Se espera que los precios de los alimentos, el combustible y las raciones sigan bajando, lo que aliviará la presión sobre la seguridad alimentaria y los ingresos disponibles.

El mercado internacional sigue siendo vulnerable y aún enfrenta obstáculos considerables. La crisis del Canal de Suez que surgió a finales de 2023, así como las restricciones a la capacidad en el Canal de Panamá afectado por la sequía, han provocado ondas de choque en el comercio internacional y un aumento en las tarifas de los fletes. Además, la reducción de la oferta como resultado de El Niño seguirá restringiendo no sólo la disponibilidad de harina y aceite de pescado, sino también de otros productos básicos como el azúcar y el café (aunque debería impulsar las cosechas de soja), mientras que los conflictos y la inseguridad podrían restablecer rápidamente la volatilidad en los mercados internacionales de alimentos y energía.

En 2023 hubo un estancamiento general para el sector de la pesca y la acuicultura, caracterizado por una demanda débil, cuotas más bajas para ciertas pesquerías silvestres clave y un crecimiento reducido de la inversión en acuicultura. La producción experimentó un ligero aumento del 0,6% respecto a los niveles de 2022, con una expansión marginal de la producción acuícola que compensó la caída de la pesca de captura. Mientras tanto, los volúmenes comerciales cayeron a 65 millones de toneladas, una disminución del 4,3% en comparación con los niveles de 2022. El valor del comercio mundial de productos acuáticos en 2023 fue de USD 183.700 millones, una disminución del 2,6%. Gran parte de esta caída es atribuible a las cuotas más bajas antes mencionadas en pesquerías clave de captura silvestre.

El Índice de Precios de Productos Pesqueros de la FAO se situó en 113 puntos en septiembre de 2023, y la caída de los precios provocó un descenso de nueve puntos en el índice desde principios de año. Las variadas dinámicas que afectan a los distintos segmentos del sector de la pesca y la acuicultura se han reflejado en las tendencias divergentes para las diferentes especies. Si bien la oferta limitada mantuvo los precios del pescado blanco altos, los precios generales de las especies acuícolas han disminuido constantemente después de su pico en abril de 2022. Los precios del camarón de cultivo, en particular, han registrado reducciones significativas, y la oferta disponible gracias a la continua expansión de la producción ecuatoriana mantiene los precios bajos. Como era de esperar, el fenómeno climático de El Niño ha estado causando graves perturbaciones en la pesquería de anchoveta peruana, lo que ha disparado los precios del aceite de pescado.

El 31 de enero de 2024 entró en vigor la nueva normativa para los controles fronterizos de mercancías con origen en la Unión Europea importadas al Reino Unido. Aunque las mercancías con origen en el Reino Unido y la Unión Europea no están sujetas a aranceles y cuotas en el otro mercado, todos los productos alimenticios estarán ahora sujetos a controles para garantizar que cumplan con las normas nacionales. La totalidad de los controles aduaneros, sanitarios y fitosanitarios sobre las mercancías de la Unión Europea que ingresan al Reino Unido se implementará en fases durante los próximos nueve meses, y los exportadores europeos tendrán que enfrentar muchos de los mismos problemas con los que sus pares británicos han estado lidiando durante los últimos tres años. La burocracia y las restricciones han causado extraordinarios dolores de cabeza a los exportadores británicos que comercian con la Unión Europea.