La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) aprobó a principios de diciembre la resolución por la que el  2022 será el “Año Internacional de la Pesca y Acuicultura Artesanales”. La decisión fue aplaudida y respaldada por la FAO. La justificación se basa en que la pesca y la acuicultura son actividades humanas que proporcionan alimentos de alta calidad, además de beneficios sociales y económicos, y contribuyen a la nutrición y la seguridad alimentaria, a la reducción de la pobreza y al desarrollo rural. Otro de los puntos a destacar es su importancia en la conservación a largo plazo y el aprovechamiento sostenible de los océanos del mundo y sus recursos, con lo que contribuyen a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 1, 2 y 14. El objetivo es aumentar la conciencia entre la sociedad y los gobiernos sobre la importancia de la aplicación de políticas y programas públicos específicos para promover la pesca y la acuicultura artesanales de manera sostenible, con especial enfoque en las zonas rurales y costeras más vulnerables. También prestar atención sobre los pescadores y acuicultores de  pequeña escala, de enorme participación en la actividad pesquera mundial.