La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó el “Informe bianual de las Perspectivas alimentarias sobre los mercados mundiales de alimentos” (Food Outlook Biannual Report on Global Food Markets) donde se concluye que “no se espera un crecimiento para la producción mundial de pescado en 2019 [cuando se cierren las estadísticas anuales]. Las tensiones comerciales están afectando tanto a los consumidores como a las empresas, y se espera que el comercio de productos pesqueros se contraiga”. A su vez, se espera que la producción mundial de pescado entre en una meseta para 2019, con una disminución del 3,4 % en la producción de pesca de captura compensada por un aumento del 3,9 % en las cosechas de acuicultura. En particular, los cefalópodos y el bacalao se encuentran entre las poblaciones silvestres para las que la oferta ha sido escasa. La producción de anchoveta también fue menor en la primera temporada de pesca (finales de abril de 2019 hasta finales de julio de 2019). Mientras tanto, la trayectoria de crecimiento del sector acuícola se mantiene estable. La oferta de las principales especies de peces de cultivo volverá a aumentar en 2019, pero se espera que la producción de camarón en Asia disminuya considerablemente. Tanto la acuicultura como las capturas se han visto afectadas por las altas temperaturas del agua este año. Por otra parte, el comercio mundial de pescado y productos pesqueros podría contraerse este año, presionado por desarrollos macroeconómicos desfavorables, en particular por perspectivas de crecimiento económico más lentas y las tensiones comerciales. Se prevé una reducción del 1,2 % en volumen y 1,4 % en valor. Puntualmente, se espera que las importaciones en EEUU y la Unión Europea disminuyan levemente, mientras que las de China se incrementarían sustancialmente. Sin embargo, en términos de exportaciones, China verá una disminución en los ingresos por exportaciones, principalmente debido a una caída en las exportaciones a EEUU en el marco de la guerra comercial y los aranceles asociados. Además del impacto directo de los aranceles, la incertidumbre geopolítica más amplia se está traduciendo en un entorno de toma de decisiones cada vez más cauteloso para las empresas, consumidores e inversores del sector de los productos pesqueros. La guerra comercial también está impulsando transformaciones potencialmente permanentes en mercados clave, incluidos aquellos para cefalópodos, langosta, demersales y tilapia, ya que los exportadores chinos buscan mercados alternativos y los compradores estadounidenses buscan nuevos proveedores. Para otros productos, como los bivalvos y los pequeños pelágicos, el impacto de las tensiones comerciales ha sido menor y las perspectivas de la demanda son más positivas.