Según detalló el Observatorio Europeo del Mercado de la Pesca y la Acuicultura (EUMOFA) en su último informe de mercado y análisis de tendencias, el cierre del canal HORECA (hoteles y restaurantes) ha impactado fuertemente en la acuicultura europea, y por lo tanto, el sector está buscando la forma de compensar las pérdidas mediantes diversas estrategias. No obstante, “las perspectivas de retorno de la demanda del sector HORECA dan lugar a un optimismo cauteloso en toda la cadena de valor. Sin embargo, las partes interesadas están preocupadas por la reducción del poder de compra y si una mayor actividad podría conducir a nuevos picos de infecciones por COVID-19, lo que implicaría la reimposición de restricciones”. En cuanto al cultivo de mejillones, EUMOFA señala que el sector ha sufrido una fuerte caída de la demanda desde el comienzo de la pandemia con un 80 % menos de ventas. Los productores esperan que la temporada de verano y el posible retorno de turistas a las regiones costeras permitan la venta de sus producciones, especialmente en Francia e Italia, donde muchas empresas están atravesando problemas financieros. Por otra parte, la industria acuícola griega de dorada y lubina, que depende en gran parte del sector HORECA, está registrando precios muy bajos para el pescado de 600 gramos y más, cuando generalmente alcanzan precios altos. Además, los mercados de exportación, como EEUU, están virtualmente cerrados o los costos logísticos son extremadamente elevados. Se estima una caída de 20-30 % en los volúmenes de venta para el año con respecto a 2019, lo que también implicaría un nivel altísimo de inventarios y el costo de almacenamiento. El sector italiano de las mismas especies también busca vender sus productos, a pesar de estar acostumbrado a vender a supermercados y a requisitos de productos procesados y pre envasados.

Los pescadores y vendedores europeos también están recurriendo a internet en un intento por llegar directamente a los consumidores. El modelo directo al consumidor también es una forma de promocionar y crear conciencia sobre los productos especiales que tienen los países de la UE, y también de generar ingresos para los pescadores. Estos productos se ofrecen frescos o como platos cocinados. Las redes sociales también están sirviendo como plataforma de venta para algunos vendedores de pescado. En Francia se están desarrollando portales web regionales para guiar a los consumidores a sus productos pesqueros locales.